PARA LOS NIÑOS

Los niños son esponjas del medio en el que viven y es por eso que tienden a hacer suyos los estados emocionales de los mayores y sus circunstancias. No nos equivoquemos al pensar que un niño no tiene problemas porque su mundo es mucho más complejo de lo que pueda parecer y sus vivencias son tan intensas o quizás más que las de los adultos. Sus cerebros aprenden a una velocidad de vértigo al tiempo que lo hace su cuerpo y los mayores debemos estar muy atentos a sus pequeños cambios puesto que no hay nada más triste que un niño triste y
se puede dar el caso incluso en las familias más equilibradas.

Luego están los continuos cambios: nacimiento, guardería, el colegio y sus normas…. A veces un niño se vuelve más retraído y lo achacamos a que está cambiando, decimos cosas como “con lo simpático que era de bebé y ahora es tan agrio como su tío”, “era muy sociable en la guardería y ahora ningún niño se le puede acercar”, “dormía de un tirón y ahora se despierta en medio de la noche gritando”. Pues la verdad es que un niño debe de sonreír, relacionarse con otros niños y dormir tranquilo toda la noche. Ya sea por cambios externos a su vida o por los propios de su desarrollo como persona las Flores de Bach ayudan de forma extraordinaria a resolver de forma suave y equilibrada los problemas que vayan surgiendo. Y lo hacen mejor en ellos que en cualquier adulto porque los niños no están condicionados, no saben que se están tratando y así los elixires hacen su labor de forma casi mágica.

Todas las plantas de las Flores de Bach son inofensivas y por la manera como se elaboran son enteramente inocuas. No se ingiere realmente parte alguna de la planta, sólo la energía curativa forma el ingrediente activo. Algo intangible, pero de todos modos efectivo. El único ingrediente que se les añade es brandy, que actúa como conservante. Es el contenido en brandy el que a menudo hace que se cuestione la conveniencia de las Flores para los niños. El brandy forma la mayor parte del remedio concentrado. Sin embargo éstos no se toman puros, se diluyen en agua de la siguiente manera:

2 gotas de cada concentrado de flor se diluyen en 30 ml agua en un frasco con tapa gotero de este frasco se toman 4 gotas 4 veces al día. Por lo tanto, el consumo de brandy tomado a cada dosis, o incluso al día, es apenas medible. Sin embargo si tiene alguna duda siempre se puede consultar a un médico.

Las ventajas de las Flores de Bach para los niños son demasiadas para pasarlas por alto. Como terapeuta de mi propia familia, en concreto de mi hija desde el día de su nacimiento, os aconsejo no dejar de utilizar lo que la naturaleza pone a nuestra disposición para hacernos la vida un poco más agradable.

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